Celebración día de la Virgen Virtual. Año 2020
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Oración 14 de junio de 2020
*Jn 6, 51-58*. _“Mi carne es verdadera comida”_. El Señor Jesús se presenta ante sus discípulos como el pan vivo que ha bajado del cielo. Es como el nuevo maná que Dios nos entrega para el camino de nuestra vida. Comer el Cuerpo del Señor significa entrar en comunión con Él, vivir una intimidad por la que nos convertimos en su morada y Él también nos acoge en su corazón. Además el alimento que Jesús nos ofrece es prenda para la vida eterna. El que come de este pan vivirá para siempre. Por eso, es la participación ya en la tierra, de los dones reservados para el cielo. Demos gracias al Señor por haberse quedado con nosotros en la Eucaristía y que encontremos en ella la fuerza para vivir el amor con la misma entrega y generosidad como Jesús lo hizo por nosotros.
Oración 7 de junio de 2020
*Jn 3, 16-18*. _“tenga vida eterna”_. Celebramos hoy la solemnidad de la Santísima Trinidad. El evangelio nos recuerda el amor del Padre que es inagotable. Dios nos quiere tanto que ha enviado a su propio Hijo. Es una imagen de la Trinidad: el Padre que envía, el Hijo que responde con obediencia y el Espíritu Santo que es el amor que une a ambos. La misión del Hijo no es juzgar sino salvar al mundo. Y esa salvación consiste en la participación de la vida de Dios, en la vida eterna. El verdadero juicio se produce en la respuesta que damos a la revelación de Jesús. Si creemos recibimos la salvación; si no creemos, eso nos conduce a la condenación. Pero somos nosotros los que hemos de dar respuesta. Dios no condena, somos nosotros los que nos cerramos la puerta a la salvación.
Oración 9 de mayo de 2020.
*REFLEXIÓN DEL DÍA * *Jn 14, 7-14*. _“muéstranos al Padre y nos basta”_. Jesús nos dice que el Padre se ha revelado en Él. Quien ve a Jesús ve al Padre, nos habla para darnos a conocer el amor del Padre, el Padre es quien hace las obras de Jesús. En realidad, lo que el Señor nos quiere mostrar es que hay una intimidad entre el Padre y Él. El Hijo está en el Padre y el Padre en el Hijo. Jesús nos pide que creamos todo lo que Él nos revela. Ese es el camino para que en nosotros, la gracia que Dios derrama por Jesucristo, también produzca obras como las suyas. El amor de Dios derramado en nuestras vidas nos enriquece y nos hace capaces de hacer obras grandes, mayores de lo que somos capaces de imaginar. Creamos en ese amor y dejémosle fructificar en nosotros.
